sábado, octubre 03, 2009

Seca

No sé qué hubo diferente ahora. Seguías siendo tú, el mismo tipo de confianza al que sé que puedo recurrir si tengo ganas de una buena sesión sexual.
Seguía siendo yo, la que no quiere tomarte de la mano mientras entramos al hotel, la que no se acuerda de saludarte con un beso cuando te ve, ni espera un abrazo, ni caricias, ni palabras tiernas al terminar.
El tema es que mientras me "hacías el amor", yo no estuvé ahí. Por supuesto lo notaste inmediatamente y me dijiste: ¿Porqué estás seca?. Cuando escuché tu voz regresé un momento contigo, quise concentrarme y no pude. Terminaste. Nos besamos. Volviste a hablar: "¿Porqué no terminaste?" y sólo te pude responder con la verdad: No sé, hoy simplemente estoy seca. Después de un brevísimo silencio, nos reímos tantísimo por lo profundo de mi respuesta!!!
Ya cuando llegué a mi casa no me dió tanta risa. No tenía ganas de nada, de nadie. Me metí a bañar y mientras el agua caía en mi cuerpo, descubrí que no podía ni llorar. En serio me sentía seca.
Que miedo. Intento tocarme y pagarme el orgasmo que me quedé a deber hoy. Nada.
Entonces quise ponerme atención y advertir qué es lo que pensaba y que me tenía así. No estaba pensando en nada!!! También mi mente está seca.
Terminé mi baño, me puse mi bata y salí a sentarme en una de las sillas del jardín, fumando, meciendo mis pies, perdiendo mi mirada en el cielo y buscando un poquito de cualquier cosa que pudiera hacerme sentir algo........... y de nuevo nada.
Esto tiene que ser pasajero, esta no puedo ser yo, no puedo estar seca. No quiero.

1 comentario:

  1. Sabes, hay oocasiones en las que todo paresiera sin sentido, como si la vida misma se esfumara en la resequedad de una fumarola de un cigarrillo... Todo es pasajero, lo malo o lo digo yo es lo prolongado del tiempo, ahí hay que tener cuidado!!!

    ResponderEliminar