jueves, diciembre 12, 2013

Ser

Se está volviendo una constante el saber de tu existencia, los kilómetros nos separan y nuestras vidas son dispares. Me cuesta tanto el mantenerme firme ante la no búsqueda de tu voz, que no puedo evitar mandar alguna señal por insignificante que sea para que tú te hagas presente por teléfono.

También es cierto que en los crepúsculos añoro nuestra última noche y que quisiera que fuera permanente el estar tu cuerpo junto al mío. Que el frío que corre en tu habitación se desvanezca porque estoy con vos. Eso es parte de todo las ilusiones que se están volviendo presentes, los sueños que sé que no me llevarán a nada bueno porque espero demasiado de ti y tú nunca has respondido con la misma intensidad, incluso en el lecho. Así que hay que medir mis peticiones y no hacer que mi existencia se tomará un receso de tu vida lo que es importante para mi.

Ser, o no ser, esa es la cuestión.

sábado, diciembre 07, 2013

¿Cual crees que sea mi duda?

Algo que les admiro a los hombres en general es su capacidad para ser prácticos y convencionales sin más, que lo está. De las grandes desventajas de las mujeres con respecto a las temáticas que se aborda en las conversaciones. 


Ante esto tu eres secreto. Así es porque no estás, no eres presente, eres pasado y no hay ninguna señal que marcase que existiera futuro, ni el más mínimo signo que registrará la diferencia de los tiempos. 

Recuerdo en alguna ocasión hablando con uno de mis amantes sobre esa parte en la que es imperioso la existencia de la vida del otro, me dijo que en su visión masculina que esas conductas era para él una forma de sentirse encadenados, prisioneros. En esa conversación ilustrativa le mencioné cual era la intensión de esa “exigencia” toda la serie de historias que se cuentan las mujeres desde lo cultural. ¿A qué voy con lo anterior? El género femenino tiene la idea de ese alguien que está ahí no es confiable, es una constante duda por las ideas de crean de que los hombres son infieles, que ellos tiene que ser cuidados como niños, etcétera. 

¿Cuál crees que sea mi duda?    

El hecho de entregarte mi sexo otra vez a lo que yo había creído perdido tiempo atrás se abandonó nuevamente por la razón del  "porque". Cada día que transcurre sin la posibilidad de que des un remoto interés, sólo te quedas tú en el silencio como es costumbre. Dejas todo a lo convencional que eres tú y es cuando vuelco en una serie de preguntas con respuestas obvias de que es lo que esperaría, tu ingenuidad o mi estupidez. 

No quiero revolcarme nuevamente en eso que le llaman remordimiento, porque es perdida de energía emocional que bien puedo darla a alguien que en verdad esté en el aquí y en el ahora. Tú cada vez que me pides una oportunidad me decepcionas ya que no pones nada, nada de tu parte para demostrarte a ti y a su vez a mi, que en serio estás dispuesto a luchar, lograr obtener la recompensa.

La competencia se vulve cada vez más aburrida, siempre es lo mismo contigo y la verdad ya no quiero estar aquí, por otro lado dice un viejo adagio: “mas vale viejo por conocido que nuevo por conocer”.