miércoles, febrero 02, 2011

El demonio

Quien se iba imaginar que después de una año lleno de aventuras sexuales, todo tiene que detenerse y dar paso al demonio que se llama: NECESIDAD FISIOLÓGICA.
Ningún rastro de las desventuras, solo las remembranzas del ayer, ¿o antier? ¡El tiempo es relativo! Como puede estar, como no me veo en la necesidad no grata de los suspirosa, el escuchar la respiración o incluso la asfixia en los recuerdos vividos de las relaciones.
Si son parte de esos juegos nocturnos en los que me invade la nostalgia, a pesar de que desde un inicio sé que son de entrada por salida; no hay de otra por el momento...
Si bien es cierto que toda necesidad se tiene que satisfacer, me pregunto ¿quien está dispuesto hacerlo? Esto es retorica porque desde luego que existe el QUIEN, empero no sé si sea la vía adecuada como saciar esto que escurre por todo mi cuerpo, aquello que le llaman DESEO, e incluso TENTACIÓN. Hay momentos en los que los recuerdos ya no son suficientes, es cuando tienes que encontrar alternativas para cubrir con la dosis, si una droga "SATISFACIÓN"; para que el cuerpo vuelva a estar en un estado de LIBERACIÓN de hormonas contenidas por la hambruna de algunos días.
No necesariamente, sé que suena contradictorio, tiene que ser todo un banquete. Siempre están los entremeses, y los múltiples "tiempos" en esas reuniones en donde puedes pedir alternativas para abrir el apetito. Bueno ya muerto de hambre, se dice "hasta las piedras saben buenas", lo que caiga está bien. No hay que olvidar que aunque uno tenga el estomago pegado a la columna no implica que digas NO a algo en particular que de primera vista no crees que sea el platillo adecuado. Aunque ya el estomago con tanta necesidad lo que quiere es tener algo adentro y es ahí donde sale, EL DEMONIO.
Sí porque con tanta necesidad, saciedad no obtenida por las razones que sean, el DEMONIO tiene la capacidad de "DEVORAR" de una forma incomprensible lo que está a su alcance.