viernes, noviembre 16, 2012

El mejor fin de semana!!!

Después de tanto insistir en que me dieran un tiempo para mi, pude salir de la cotidianidad. Viernes de quincena, así que tenía presupuesto idóneo para darme esa oportunidad, aunque no imagine lo que sucedería después. Eso si, fue mágico sin duda alguna. Ya con maleta hecha tome camino cuando sonó el teléfono móvil y contesté. Eras tú, ¡sí! quien me traía de una ala. No imagine que llamarás. Hacía algún tiempo que dejamos de contactarnos porque lo que había entre nosotros no iba a ningún lado. No podía dejar de lado la ilusiono de estar contigo en el sentido estricto de la palabra relación de pareja. Así que lo deje en el silencio por bastante tiempo. Me sorprendió la llamada y más lo que me dijo, ¿dónde andaba? Le respondí que saliendo de casa para pasar un fin de semana lejos de el caos de la ciudad. El me contesto con un pregunta, ¿puedo acompañarte? Por un par de segundo no supe como decirle que si, la verdad no me pasó en ningún momento que él quisiera venir conmigo de viaje. Jamás me lo habían pedido y por supuesto yo no había invitado.

Por dar inicio a una nueva aventura le dije que si, que no había ningún problema. Entonces quedó de llegar en 30 minutos a la zona de Santa Fe donde quedamos de vernos. Yo estaba a unos cuantos kilómetros de la plaza y me tuve que esperarle. Mientras tanto miles de pensamientos cruzaban por mi mente ¿qué sucedería? No podía evitarlo. Los roles de poder los tenia yo, íbamos en mi auto. Íbamos a hospedarnos en la casa de campo de mi familia. Después de mi silencio me cuestioné, ¿cómo lo tendré que tratar? ¿Un amigo? ¿El que me dio alas y las corto por su forma de ser que le importaba muy poco lo que yo sentía por el? ¿Un hombre X que compartió un capitulo de mi vida sexual y termino? No sabia nada, ¡nada! Salí del auto para encender un cigarro mientras corría el tiempo. De pronto se detuvo un taxi y bajaste tú del auto. Tire la colilla y te acercaste a mi después de pagar la cuota al chofer. Te acercaste tanto a mi cuerpo que sentí como tu química se mesclaba con la mía y dijiste "hola, ¿nos vamos?" En esos instantes sólo abrí el porta equipaje, dejaste tu porta folio y subiste al auto. Cerré y encendí el motor para arrancar a nuestro destino, acaso ¿no es un sueño?

Mientras salíamos de la última parte de la ciudad, ninguna palabra se intercambio. Hasta que para mi el silencio se hizo incomodo y encendí el radio para escuchar algo más que nuestras respiraciones. Me preguntó ¿a donde me llevas? Pregunta algo fuera de lugar ya que en cierta forma él había querido venir, pero lo pensé y me dije "que caso tiene hacer un comentario sobre eso para iniciar fricciones en algo que podría ser inolvidable y tal vez irrepetible." Así que le comenté que a la casa de campo a tres horas de la ciudad. Se quedó tranquilo después de ver que llegábamos a la capital del estado colindante, pero no se imagino que tomaría el libramiento para no ingresara y perder tiempo. Para esto ya había hecho los arreglos pertinentes con las personas que están a cargo del mantenimiento de la casa de que llegaría y que tenía que estar todo en orden a mi llegada. Así que por eso no me preocupe ya más y seguí enfocada en el camino. Volvió su ansiedad sobre al destino que tomaría al ver que ingresaba a una carretera federal después de casi dos horas de camno. Se veía la sierra, los bosques; comenzaba a caer la tarde cuando volvió a preguntar ¿a donde vamos? Le respondí a Michoacán a tomar un poco de aire fresco y ver la vida correr más despacio. Quedó más tranquilo y en eso le pregunté ¿piensas que yo haría algo que a ambos nos perjudicara? Por favor ¿qué no me conoces? Él sabía de antemano que existía, no un simple afecto de mi parte hacia la de él, que yo tenía claro que estaba interesada en otras cualidades que él poseía y que a mi me encantaba. Pero en realidad yo no estaba esperando que sucediera esos sueños húmedos de los que tanto había tenido con él. Pero tampoco me negaría a pasar una noche de locura y desenfreno.

Después de una hora en que en el auto se escuchaba la música electrónica, las respiraciones pausada, tanto las de él como las mías, y descendiendo al un altiplano después de cruzar la sierra el panorama boscoso cambio. El sol comenzaba a descender, ya pasaban de las 16 horas. No había ya vuelta atrás éramos solo nosotros y ese sitio que nos esperaba. Llegamos a nuestro destino final, al detenerme frente al portón le pedí que por favor estacionara el auto en el garaje en la parte posterior de la casa en lo que abría y cerraba el portón, a lo que sin demora bajamos del auto, personas cruzaban frente a la casa sin saber quien era mi acompañante. A pesar de que se dicen "pueblo chico, infierno grande, no me importó que llegaran hacer conjeturas. De todas formas era un simple viaje, con todo lo que eso implicará y sabía que no era propicio que la "FAMILIA" nos viera, por lo menos eso lo teníamos claro ya que al final sabía que no habría otra cosa de otra índole.

Entre en la casa, todo estaba en perfecto orden y limpio. Bajamos nuestras respectivas pertenecías y nos dispusimos a descansar del viaje. Fue bastante agotador para mi, no por el manejar, sino por la ansiedad de llegar y verlo dentro de ese espacio RESGUARDADO sin posibilidad de salir a menos que yo lo decidiera. En plena habitación estaba puesta la cama para ambos, aunque yo sabía si tendría que hacer dos camas o una; absurdo pensarlo pero no lo puedo negar. Él me dijo que quería tomar un baño, le indique en donde se encontraba y mientras yo me preparaba para sacar mis pertenencias y dejarlas en el closet. Al salir de ese pequeño sitio de privacidad que le otorgué. Cuando lo vi salir del umbral, no creía lo que mis ojos me permitían ver era mi Adonis en carne y hueso uno para mi por esa noche. Su piel tenía un color especial aquella tarde-noche, el sol se estaba poniendo por el occidente, se fue acercando hacia mi mientras que yo apagaba un cigarro en el cenicero sobre el buro. Se acercó tanto que mis manos se abalanzaron sobre su torso desnudo, mientras fue quitándome las prendas que traía puestas, una por una de una manera que jamás había experimentado con él antes. Al terminar ese ritual me tomó por la cintura y me llevó directo al centro de la cama, su pene estaba totalmente erecto y lo tomé para introducirlo en mi boca y provocarlo aun más. Él puso una de sus manos en mi cabeza impulsándome para que su pene entrara en lo más profundo y así por varios minutos; la otra se encontraba jugando sutilmente con mis pezones hasta que en un momento sus manos se fueron a mis hombros y me empujo sobre la cama en tanto el me subió más y ambos quedamos en ella. En eso abrió mis piernas con energía dejando ver mis selva un tanto húmeda, bajo sus labios con su lengua rozando por mi entrepierna mientras mi cuerpo se estremecía ligeramente. Al llegar a mi segunda boca me tomó la cabera con ambos brazos para levantar mi pelvis y tenerla en alto mientras besaba y lamía mi clítoris con suavidad y fuerza. Mis manos se fueron a mis pecho para excitarme más y así estar lo suficientemente preparada para cuando nuestros cuerpos pidieran el contacto de entrada. Así es como dio inicio a todo ese gran frenesí, jugamos por largo tiempo en diversas posiciones sin dejar de darnos placer uno al otro, toda una locura. No lo tomo como en otras ocasiones, en verdad que se esmero en darme el placer más intenso reflejado en mis gemidos y palabras de excitación. Su rostro me convencía a verlo, en algún momento, que él también lo estaba gozando por lo que estábamos haciendo. Yo por mi parte no solo moviendo mi cadera para crear más fricción, incluso haciendo que el cuello de mi vagina se estrechara y el vacío que provocaba le diera más placer. Yo me esmeraba para darle lo mejor y de igual manera el me incitaba hacerlo. No puedo describir el resto, y no porque no quiera sino que al finalizar, me lleve una gran sorpresa...

Abrí los ojos, me encontraba en mi cama, en mi habitación, con la ropa de la noche anterior puesta. No había nadie a mi lado, me levante sentí mi pantalón mojado cuando me dirigía al espejo para ver mi rosto, aun seguía maquillada. La respuesta es clara, ¡fue un sueño! Lo curioso es que fue tan intenso porque mi cuerpo se sentía cansado.

¡Después de una año!

Si paso tanto tiempo de aquel encuentro que tan caballeroso me acompañaste a ese viaje, sin temor, con hombría esperando que nuevamente llegaras al quicio de la puerta y entraras nuevamente en mis aposento.
En ese momento no estaba tan fuerte para sobre llevar lo que ahora tanto te sorprende. Si que después de que se aclaran las acciones, no existe ninguna recriminación por lo que nos sucederá, "tras advertencia no hay engaño" dice el viejo adagio.
Yo no espero que hagas nada para que siga tras de tu experiencia, como de tus canas. ¡No! Eso ya pasó a segundo, o ¿quizá tercer término? Que más da, si la claridad se ve a leguas. Yo soy feliz con lo que hay, porque el imaginar, suponer... es de lo más angustiaste por lo que NO llega a cumplirse.
Después de que en un momento dado me provoqué una adicción a ti, ya no podía seguir especulando el cómo, el cuándo, el dónde de tu vida, de tu existencia, de tus aciertos, de tus agobios... si formar parte de lo que eras tú, en ese entonces, fue lo que hizo que tú revelaras todas tus intenciones hacía mi.
El golpe más duro que me hayan dado en toda la moral. También dice el dicho "lo que te duele te hace más fuerte"; preferí tomarlo así para mi propio bien. No tiene sentido poner de tu parte en eso que se tenía después de varios días de convivencia y amor matutino, vespertino, diurno, ¿para qué?
Si con tus palabras y acciones dijiste todo y claro no tenía nada que ver uno con lo otro en ese momento.  El saber que lo que ofrecía no era lo que pedías, me acorto el tiempo para el siguiente movimiento. Curioso fue que hasta hace unos días te percataste y tu rostro cambio a lo que veías en mi. El poder verbalizar tus acciones me EMPODERO no porque no lo fuera, sino porque me permitió verme a mi en otra sintonía y nada que ver con lo que tu esperabas que fuera después de el viaje convivido de los últimos 12 meses.
Tengo que agradecerte el haberme hecho crecer como mujer, amiga, amante, enfermera, cuidadora de tus múltiples facetas y lo hice porque te quiero, porque eres parte de un capitulo de mi historia y el tener definido por donde se encamina esto, es mejor y claro para no caer en errores de mal entendidos teniendo claro la definición.
La fuerza está en mi y a pesar de los tropiezos que puedan existir, no voy a permitir que tú interfieras con lo que has descubierto en mi LA FELICIDAD de ser quien soy!!!