lunes, julio 20, 2009

En el Baño

Despúes de meses de coqueteos furtivos por fin pasó. Llegue al lugar y te llamé para que me ayudaras a entrar, eres clientazo! saliste por mí y ni bien entrabamos, en pleno pasillo me tomaste de la mano, me jalaste hacia tí con fuerza y con una mano tomaste mi cara y me besaste de la manera más cachonda que he conocido, tu otra mano estaba ocupada frotando mi sexo, así a medio pasillo en medio del antro más concurrido y con nuestros amigos a unos pasos. No me inmuté, la sorpresa no me dejo pensar en Carreño y el que dirán, nadie nos vio siquiera. Eso fue todo, pero ya sentía el deseo de tenerte entre mis piernas.
Semanas después volviste a repetir ese movimiento virtuoso y coordinado que me provoca humedecerme con sólo recordarlo, estabamos en esa fiesta, rodeados por todos, salía del baño y tu ibas, nos encontramos de frente en el pasillo, ni siquiera nos pusimos de acuerdo, sólo nos miramos a los ojos y ya sabíamos lo que pasaría. Lo volviste a hacer, esta vez me tomaste con fuerza, me empujaste contra la pared, te sentía totalmente erecto contra mí, me jalaste hacía el baño de mujeres, entramos a uno. Tu lengua recorría mi cuello y chupabas mis pezones, tus manos recorrían todo mi cuerpo, una tomaba fuerte mi cabello, la otra se escabulló dentro de mi pantalón y se quedo entre mis piernas yo hacía lo mismo, te sentía tibio y fuerte a la vez, me gusta sentirte entre mis dedos, de reojo nos miraba en el espejo , la adrenalina y exitación me hacían respirar agitadamente, tú mirmurabas palabras de cama, "Que rico te mojas" me decías. No tuvimos el valor de terminar lo que empezamos, saliste y me quede esperando un par de minutos para disimular, no sé que me provoca más, tu cachondez o el secreto que guardamos en la cara de todos... o tal vez serán las dos cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario