No me importa nada, nada...

Lo importante es que de una manera podamos gozar de lo que somos, unas almas que se necesitan ¡si! No podemos negar que en alguna de nuestras vidas nos habíamos conocido y que en el momento en que nos reconocimos, era inevitable alejarnos. No sé si la muerte fue la culpable en el pasado, pero ahora no dejare que eso suceda... Mi alma reclama tu estar; entiendo que nuestro inconveniente se vuelva a interponer, que es el TIEMPO. Si y curiosamente tú lo invocaste, de tus labios salió la palabra. Yo en ningún momento he reclamado tu tiempo hasta que me relevaste lo que en tantas ocasiones me cuestionaba y eso fue hace ya algunas noches atrás.
No puedo negarte que el tiempo en esta vida, que nos distanciamos, nos hizo mucho bien ya que, nos dio la oportunidad de saber cada uno lo que ocurrió con nuestros deseos y nuestras necesidades; y no me importa nada, nada que tú lleves una vida paralela, en la cual no soy la protagonista sino, que tengo el papel antagónico, que muchas veces en las historias que se narran es la que vive, porque sufre. Ah pero eso sí, aunque no obtenga lo que deseo que es tu carne en sangre viva disfrutare mientras pueda de las mieles que ya hemos dejado sobre nuestros aromas.