viernes, junio 26, 2009

Mi primera vez contigo

El solo hecho de pensarte me provoca un calor terrible, un deseo intenso de tenerte conmigo y haciéndome tuya como ese martes.
Mi mano llega a mis labios que recuerdan tus besos y comienza a bajar hasta mis senos... con solo pensarte mis pezones están erectos, como esperando estar de nuevo en tu boca, sintiendo tu lengua caliente acariciarlos.
Entonces viene el "flash back" y tengo que cerrar mis ojos pues te recuerdo claramente, te siento como si estuvieras aquí, como aquél día.......
...........entonces comenzaste a besar despacito cada pedazo de mi cuerpo, cada pliegue, cada palmo, tu lengua paseaba en mi piel sin detenerse ante nada, sin respetar fronteras aún cuando con mis manos intentaba evitar que llegaras a alguna parte de mí que no me encanta, tus manos detenían las mías con una fuerza tal, que me rendía y eso me excitaba más. Tanto, que cuado noté que llegaste a mi sexo quise detenerte nuevamente y no pude más. Me rendí completa, me entregué toda.
Tras un breve y placentero encuentro entre tu lengua y mi clítoris, decidiste no esperar más. Te levantaste decidido y elevando mis piernas con tus manos, una a cada lado de tu cuerpo me penetraste lentamente. Poco a poco, sin prisas, como intentando llegar cada vez más lejos, cada vez más adentro y podía sentir mi humedad ayudándote a avanzar cada milímetro y mojando esa parte de tí que en ese momento, fué mía.
Cerré mis ojos al sentirte en mí. Al abrirlos, tus ojos se clavaron en ellos y entonces te inclinaste hacia mí mientras decías: "Estás hermosa". Conseguiste estremecer cada poro. Nos besamos. Seguías moviéndote, seguías entrando y saliendo, seguías provocando que mi cuerpo temblara y que no pudiera callarme esos ruiditos de placer que de repente te hacían pensar que me lastimabas cuando en realidad me hacías sentir más viva que nunca.
Una de tus manos en mi cabello, la otra acariciándome los senos, mientras el resto de tu cuerpo seguía un compás que iba aumentando de ritmo. Era inevitable que mi cadera te acompañara en él y comencé también a moverme mientras con mis piernas te abrazaba a la altura de tu espalda y mis manos apretaban y acariciaban de a poquito y con mucha fuerza tus brazos y la parte de atrás de tu cuello.
Te recostaste junto a mí y yo inmediatamanete me puse encima de tí. Mi mano llegó hasta tu pene erecto ayudándote a penetrarme nuevamente. Volvió a recorrerme un escalofrío en cada centímetro y comencé a balancearme en ese sube y baja maravilloso que es tu cuerpo. Tomé tus manos y las puse en mis senos mientras disfrutaba ver como tu cara reflejaba placer........ "¿Te gusta?" y me respondiste apenas...... "Sí".
Nuestros ojos se encontraban de repente y así tan cerquita, tan adentro, no fueron necesarias más palabras.
Volvimos a la posición original. Comenzaste a moverte más rápido, a penetrarme más duro, comencé a morderte los hombros y a gritar un poquito más. Estábamos muy cerca del final y comencé a pedirte...... "Más, más.... así..... fuerte".
El sudor de tu cuerpo se mezclaba con el del mío, nos estábamos besando y tu movimiento era simplemente delicioso. Lo estaba disrutando tanto!!
Tu pecho estaba completamente contra mí y tu corazón palpitaba tan fuerte que lo confundí con el mío. Entonces, al mismo tiempo, llegó el momento.
Terminaste dentro de mí, sentí algo muy caliente que me recorría por dentro, mientras los músculos de mi vagina se contraían y te apretaban con toda la fuerza posible. Me mordía los labios y apretaba mis ojos, disfrutando de un orgasmo de lo más intenso y delicioso. El sonido que hiciste me dió ganas de no soltarte y tus manos me apretaron fuerte los hombros.

1 comentario:

  1. Oi chicas dense una vuelta por mi blogger tal vez haya algunas cosas en común entre nosotras. Chequen mi nuevo video !!!
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