jueves, junio 25, 2009

La primera vez

Subí apurada las escaleras, tenía la casa para mi sola y quiera aprovechar, seguramente mis papás no tardarían mucho en llegar.
Así que me fui desvistiendo en mi camino al baño, dejando ropa regada a mi paso. Abrí la regadera, me gusta mucho sentir como caen las gotas sobre mi cuerpo. Me apresuro, salgo sin secarme, las gotas van recorriendo mi cuerpo y van cayendo al piso, todo mi camino esta marcado por gotitas.
Llegó al espejo, me miró fijamente, me gusta verme, me gusta pasar mis manos por mi cuerpo. Toco mi cuello y paso mi dedo índice por el hueso que va de mi hombro me gusta como se ve, bajo hasta tomar mis senos, son redondos y firmes, es mi parte favorita, aunque me gustaría que fueran más grandes. Miro mi obligo, tiene forma de flecha, no es redondo ni botado como algunos que he visto, bajo mi vista y me detengo en mi sexo, me gusta como se ve, el vello es poco aún y he comenzado a depilarlo como lo ví en aquella revista y ahora tiene forma de un triangulo, me divierte verlo.
Me volteo de a poco, alcanzo a ver el fin de mi espalda, veo mis nalgas me detengo en el triángulo que forma su unión, se ve bien, mis manos pasan apenas tocando con la punta de los dedos, sigo hasta mis piernas, las estiro, se ven fuertes y marcadas, practicar la danza por años ha tenido algún beneficio.
Me miro una vez más antes de empezar a secarme, me gusta lo que veo...y se me empiezan a ocurrir varias formas de usarlo.

1 comentario:

  1. A mi también se me ocurren algunas formas de admirarlo.

    De usarlo... sólo habría 1 si es que te amára, pero como ni te conozco, pues sólo podría admirarlo.

    ResponderEliminar